Personas en situación de discapacidad logran emprender y ser más autónomas

Veinte personas en situación de discapacidad de seis comunas de la provincia de Cachapoal culminaron con éxito su participación en el proyecto Yo Emprendo Semilla, desarrollado por el Fondo de Solidaridad e Inversión Social, FOSIS, con recursos transferidos por el Servicio Nacional de la Discapacidad, Senadis.
En una emotiva ceremonia, los y las microemprendedores de Graneros, Machalí, Rancagua, Rengo, Requínoa y Malloa recibieron la certificación que acredita su participación en este proyecto, que promovió sus capacidades y además les permitió acceder a recursos para ampliar o mejorar sus negocios.
En ese sentido, el Director Regional del FOSIS, Felipe Osorio Berríos, felicitó a los y las participantes, señalándoles que: “ustedes participaron con un gran compromiso en esta iniciativa y le dedicaron tiempo. Creo que es un tremendo logro y los felicito por ello”. La autoridad dijo que espera que el convenio con Senadis se mantenga para así apoyar a otras personas en más comunas.
Alejandro Pérez Oportus, Director Regional de Senadis, expresó que con esta iniciativa lo que se busca es “disminuir brechas de desigualdad. Creo que nunca se había trabajado en una alianza así, entre ambos servicios, y estamos muy orgullosos y contentos”. Asimismo, instó a los emprendedores y emprendedoras a que sigan soñando, “los sueños se pueden hacer realidad, hay que trabajar para ello”, afirmó.
En tanto, Sila Jaque, abuela y tutora de una de joven de la comuna de Requínoa, indicó: “sabemos que a las personas que viven en situación de discapacidad se encuentran con más barreras y la idea es ir derribándolas. Nosotros, con esto, nos integramos a la sociedad y le agradecemos a este gobierno por darnos esa posibilidad”.
Claudia Díaz Morales, Seremi de Desarrollo Social, expresó que en ocasiones la vulnerabilidad es invisibilizada por la sociedad, “porque a veces es mejor no verla. Y es ahí donde la labor del gobierno tiene sentido en lo social. Las capacidades están de sobra, ustedes merecen tener las mismas oportunidades. Tienen el mismo compromiso, estamos orgullosos de ustedes. Este es el Chile real, el que queremos mejorar”, expresó la autoridad.
DERRIBANDO BARRERAS
Como muchas personas, al crecer, Tamara decidió seguir los pasos de su madre y ser peluquera. Algo que a simple vista resultaba fácil. Las instalaciones, las ganas y la profesora estaban ahí mismo. Pero había una situación que de alguna forma obstaculizaba los planes de la joven: su discapacidad.
Su condición de sordomuda hacía más difícil que cumpliera con su objetivo. Entonces comenzó por aprender a comunicarse en lenguaje de señas; luego, poco a poco, fue familiarizándose con el oficio de su mamá. Después ingresó al proyecto Yo Emprendo Semilla, desarrollado por el Fondo de Solidaridad e Inversión Social, FOSIS, y el Servicio nacional de la Discapacidad, Senadis, de la Región de O’Higgins. Y entonces todo fue más fácil.
La joven participó en los talleres del proyecto, junto a las otras 19 personas, pero siempre apoyada por su mamá y con la mediación de una intérprete de lenguaje de señas, profesional que formaba parte del equipo de la Consultora Reddex, ejecutora del proyecto en la Región.
El proyecto recogió historias de vida admirables: como la de un joven del sector poniente de Rancagua, que aprendió a fabricar y vender bolsas de basura. Empezó esta actividad en la Escuela Especial Ricardo Olea, pero luego quiso hacer crecer su emprendimiento y con el apoyo de su abuela y de esta iniciativa gubernamental, pudo adquirir una selladora de pedestal, más insumos para expandirse.
También está la historia de María Genoveva, madre de cuatro hijos, cuyo espeso quedó ciego hace unos años, lo que puso a la familia en una difícil situación económica. Comenzó a vender empanadas, negocio que difunde por les redes sociales y que ahora pudo fortalecer apoyada por el proyecto Yo Emprendo Semilla. “No sabíamos qué hacer. Él era independiente, era el sustento de la familia y ahora ya no podía trabajar. No sólo fue un golpe duro para nosotros, sino para él y su autoestima”, señaló la emprendedora.
Agregó que con el apoyo del programa se les han facilitado las cosas, el negocio ha podido crecer trayendo más ingresos a las familias, más bienestar y, por cierto, mayor tranquilidad a su esposo y al grupo familiar.