Se cumplen 100 años de la primera expedición al Everest

El 25 de junio de 1921, los británicos George Mallory y Guy Bullock penetraron en el valle de Rongbuk e instalaron a 5.000 metros el primer campo base de la historia de la conquista de la montaña más alta del mundo.
La primera expedición al Everest fue toda una aventura en mayúsculas, con la exploración y el reconocimiento como principales objetivos. La cima, que había sido confirmada como la más alta del mundo en detrimento del Kangchenjunga en la segunda mitad del siglo XIX, era un sueño cuando ningún explorador se había acercado a menos de cien kilómetros del Chomolungma.
En aquella época, Nepal estaba totalmente cerrado a los extranjeros, así que cualquier intento de expedición debía pasar por ganarse el permiso del Dalai Lama para aproximar a través del Tibet. Los británicos comenzaron a preparar la primera expedición al Everest en 1907, pero no consiguieron resolver todos los obstáculos hasta pasada la Primera Guerra Mundial.
La formación del equipo
Inicialmente, el general Charles Bruce debía ser el líder de la expedición, pero cuando llegó el momento de la verdad sus responsabilidades militares no le permitieron unirse al grupo y se designó a Charles Howard-Bury como su sustituto. El grupo contaba con dos veteranos montañeros escoceses que acreditaban amplia experiencia previa en el Himalaya: Alexander Kellas había participado en tres expediciones himalayísticas en otoño de 1909 (cima ascensión al Langpo, 6.965 m), en primavera de 1910 (reconocimiento del Kangchenjunga y de nuevo cima en el Langpo) y en invierno de 1920 (reconocimiento del Kabru Norte); y Harold Raeburn, que había liderado el reconocimiento del Kangchenjunga y el Talung en otoño de 1920.
La parte alpinística del grupo incluía también dos jóvenes valores del alpinismo inglés, sin ninguna experiencia en el Himalaya: George Mallory y Guy Bullock, de 35 y 33 años respectivamente. El grupo expedicionario se completaba con el doctor y naturalista Sandy Wollaston, el geólogo Alexander Heron y los topógrafos Henry Morshead y Oliver Wheeler.
Casi 500 km de aproximación
Los nueve británicos, junto con un nutrido grupo de porteadores sherpas, bhutias y de otras etnias, acompañados por una caravana de cien mulas, partieron de la ciudad india de Darjeeling el 18 de mayo. Frente a ellos, una marcha de aproximación de casi 500 kilómetros de distancia.
Por el camino, tuvieron que adaptarse a todo tipo de condiciones, desde el calor y la humedad hasta el frío y el viento. Las mulas fueron sustituidas por yaks a medida que ganaron altura y superaron pasos de montaña de más de 4.000 metros.
El 6 de junio, en la aldea tibetana de Khampa Dzong, Alexander Kellas falleció repentinamente de insuficiencia cardíaca. Por su parte, Harold Raeburn cayó enfermo y no tuvo más remedio que abandonar la expedición y emprender el camino de regreso. Fue un duro golpe para el grupo, que quedó sin sus dos alpinistas de referencia.
El glaciar Rongbuk y exploración por el norte
A pesar de todo, los expedicionarios continuaron adelante, siguiendo el valle del río Arun en dirección oeste. Allí fue desde donde pudieron divisar el Everest por primera vez. Una vez en Tingri, se detuvieron para explorar los distintos valles que se abrían hacia el sur y que los topógrafos estimaron que era posible que condujeran hasta la base de la montaña.
Mallory, Bullock y dieciséis porteadores fueron la avanzadilla que llegó por fin a la entrada del valle de Rongbuk. Desde allí pudieron ver el Everest con claridad e instalaron el campo base a unos 5.000 metros de altitud, cerca del inicio del glaciar Rongbuk y poco por debajo del monasterio budista.
La orientación a través de un glaciar mucho más desarrollado que hoy en día fue todo un desafío para aquellos dos alpinistas que nunca antes habían estado en el Himalaya. Seracs de hasta quince metros de altura les obligaron a darse la vuelta a 5.600 metros en un primer intento. Tras instalar su Campo II a 5.300 m, George Mallory y cinco sherpas se acercaron a la cara norte del Everest hasta los 5.800 metros.
Exploración por el oeste
Las observaciones de Mallory revelaron la arista oeste, que no parecía demasiado prometedora. Aun así, valía la pena explorar esa parte de la montaña. Ascendieron hasta un pico de casi 6.900 metros para ganar perspectiva y divisaron los collados del Pumori y de Lho La por primera vez. También supusieron que una elevada arista cerraba todo paso hacia el este.
Así pues, a continuación remontaron el glaciar Rongbuk Oeste y alcanzaron el collado del Pumori, desde donde vieron la Cascada de Hielo del Khumbu, que les pareció “terriblemente empinado y roto”, y el Valle del Silencio. Tampoco vieron una forma accesible para descender hasta allí, así que descartaron esa opción, limitada a alguna expedición que entrara por otro valle.
Exploración por el este
Descartados el norte y el oeste, la atención del grupo se centró en intentar encontrar una aproximación viable más al este, para intentar encontrar la entrada del valle del río Kharta, que habían entrevisto y que sospechaban bajaba del Everest. George Mallory y Guy Bullock intentaron remontar ese río, aunque unos habitantes del lugar les dijeron que el que bajaba desde el Chomolungma era otro paralelo, el Karma.
Se adentraron en el valle del Karma y hacia el glaciar Kangchung, en el que se vieron rodeados por el Makalu, el Lhotse y el Everest. Ante la imponente cara este del Everest, tomaron la decisión de regresar al valle del Kharta. No conseguían encontrar la salida de aquel glaciar que bajaba desde el Everest por el este.
Finalmente, Bullock consiguió divisar de nuevo aquel glaciar desde un collado y vio que sorprendentemente no se dirigía hacia el este. Reunidos de nuevo con el resto de la expedición, el topógrafo Charles Wheeler informó que su investigación había concluido que ese glaciar (Rongbuk Este) conectaba con el del Rongbuk.
Al Collado Norte
Sin tiempo para regresar a Rongbuk, aun a sabiendas de que ese sería el camino más directo al Collado Norte, los expedicionarios decidieron tratar de llegar a él por el collado descubierto por Bullock. Se trata del collado Lhakpa La (6.849 m).
Desde allí, el 18 de agosto, George Mallory consideró que la ruta era factible. Sin embargo, el Monzón se instaló en la región y tuvieron que esperar un mes más antes de poder lanzar su ataque. Lo hicieron el 20 de septiembre, con la intención de montar un campamento en el Lhakpa La y otro en el Collado Norte. Sin embargo, una vez allí vieron que necesitaban otro intermedio en el glaciar Rongbuk Este.
Finalmente, el 24 de septiembre, George Mallory, Guy Bullock, Charles Wheeler y tres sherpas alcanzaron los 7.000 metros del Collado Norte, aunque descargados. Comprobaron que el terreno era perfecto para montar campamento y bajaron de nuevo al glaciar a buscar el equipo necesario, pero el viento excesivo y la hora tardía les llevó a cambiar de planes. Las rachas de viento fueron ganando intensidad y el grupo decidió retirarse. El 25 de octubre regresaban a Darjeeling.
Fuente: Desnivel